El nombre no es casual. Nunca me han gustado esos caldos industriales, ni los de cubitos, ni los que vienen ya preparados. Y mucho menos, esos caldos «de hospital». Por eso, y porque un buen caldo se agradece en la buena cocina, casera o no, quiero que se queden con mi forma de preparar un caldo de pollo. Que no es tirar todo al agua y hervir, no… que es más sabroso y sustancioso el resultado si le dedicamos unos minutos más y, sobre todo, le ponemos cariño al prepararlo.
Ingredientes
1 Carcaza de pollo.
1 Puerro.
1 Cebolla.
1 Rama de apio.
2 Zanahorias.
1 Diente de ajo.
1 Hoja de laurel.
20 Pepitas de pimienta negra en grano.
1 Chorrito de aceite de oliva.
Preparación
Cortar los vegetales en trozos grandes.
Lavar la carcaza del pollo y trocear.
Rehogar el pollo a fuego medio hasta que esté dorado.
Incorporar los vegetales y rehogar sin quemar.
Incorporar una taza de agua y dejar hervir.
Incorporar la sal y el agua en cantidad necesaria.
Dejar hervir a fuego medio una hora.
Rectificar de sal, colar y dejar enfriar.
Una vez frío, poner en la nevera.
Retirar la capa de grasa que ha cuajado en la superficie.
Calentar y gozar de «Mi caldo de pollo».
Importante
Como hábito de economía, debemos comprar siempre el pollo entero, despresarlo en casa y, con los restos que no se usan para platos «nobles», incluida la grasa, hacemos el caldo. Se puede congelar en raciones que usaremos cuando nos sean necesarias.
Anonymous dijo:
Qué bueno y qué hambre me ha entrado!!! Gracias por recetas tan sencillas
dan scarfo dijo:
I like your style: brief and informative. Good job!